La respuesta es clara: no. La presencia de los propietarios durante una visita comercial, tanto si es la primera toma de contacto como si se trata de la segunda o tercera visita, nunca debería incluir a los actuales dueños del inmueble. Desde las noticias inmobiliarias de InmoRealServices te mostramos algunas de las razones que aducen los expertos para apoyar esta respuesta.
Situación incómoda
Imagina que pones a la venta tu piso de Barcelona y el agente inmobiliario que has contratado para ello te avisa de que ha concertado la primera visita. Además, con muy buen criterio, te ha pedido que durante el tiempo que estén los compradores en el piso, sería mejor que no estuvieras en él. Y es que por muy tentador que pueda ser, sin duda, no es recomendable lo contrario. Veamos por qué:
Una de las primeras razones defiende la idea de que es muy posible que se produzca una situación incómoda. El encuentro de todas las partes puede dar lugar a unos minutos en los que no se sabe muy bien cómo actuar. Por un lado, los compradores ni de lejos podrán recorrer las habitaciones con tranquilidad,se sentirán observados y analizados, y por otro, los propietarios estarán demasiado pendientes de cómo aquellos miran y critican el piso, resultándoles difícil no intervenir en los comentarios y conversaciones que vayan surgiendo. ¿Resultado? Tiempo perdido.
Intromisión en la intimidad
Otro de los motivos por los que sería mejor evitar la presencia de los propietarios es porque una casa es un espacio muy personal. Tanto es así que uno de los primeros consejos que suelen dar los agentes inmobiliarios es despersonalizar al máximo su decoración. Es decir, cuando comienza el proceso de compraventa lo ideal sería retirar las fotografías personales y todo aquello que recuerde que la vivienda todavía está ocupada y que haga sentir al comprador como un intruso. Por tanto, como parte de esta despersonalización del espacio, deberíamos incluir la ausencia de los dueños. Y es que para los potenciales clientes puede ser muy complicado imaginar ese lugar como su propia casa si tienen la sensación de que están invadiendo el hogar de alguien.
Retirarse unos minutos
Si por la razón que sea, el propietario del piso va a estar presente inevitablemente durante la visita, se puede llegar un acuerdo en el que, al menos, por unos minutos éste abandone el piso y deje solos a los compradores. De este modo, al menos tendrán la oportunidad de recorrer las habitaciones con confianza, hacerle todas las preguntas que deseen al agente inmobiliario y expresar sus dudas o comentarios respecto a cualquier aspecto de la casa.
¿Crees que la presencia de los propietarios en una visita comercial no tiene por qué influir en los compradores? Comparte tu opinión.