Uber también abarca el sector inmobiliario

Con pros y contras, la aplicación Uber ha decidido embarcarse en el sector inmobiliario para revolucionarlo. Unos están de acuerdo, mientras otros señalan cómo este servicio puede debilitar el sector. Sin embargo, su servicio sigue viento en popa.

A través de la plataforma HAUS, los creadores de Uber pretenden crear una alternativa fresca y moderna para poder gestionar el proceso de compraventa. En ella se involucran agentes, vendedores y compradores para comenzar la aventura de cazar inversiones, escoger la mejor opción para comprar una vivienda o poner a la venta la casa de la playa. Aunque esta aplicación es mayormente conocida por sus servicios en el transporte público, está dispuesta a diversificarse, expandirse y cumplir con las expectativas de un nuevo sector de negocio.

Principalmente, este servicio coloca al usuario en una posición donde puede ver las ofertas que están en boga en el mercado, además de contactar a cualquier persona que se ofrezca como agente inmobiliario. Lo mismo sucede con aquellas que deseen vender una propiedad, así como también rentar un piso vacacional sin demasiados intermediarios.

El otro lado de la tortilla

Por otro lado se encuentran las agencias inmobiliarias tradicionales. Más allá de alabar el proceso de modernización de los servicios inmobiliarios, muchos se muestran con descontento ante la nueva opción de “uberizar” el sector inmobiliario. No solo representa una amenaza para el status quo de los servicios clásicos de agentes inmobiliarios, sino que trivializa la decisión de comprar un inmueble. Hacer una inversión inmobiliaria es una decisión que se debe tomar con responsabilidad evaluando costes financieros, procedimientos jurídicos y la orientación acertada de un profesional en el área.

Servicio personalizado frente a servicio estandarizado

La principal estrategia con la que cuentan las empresas inmobiliarias tradicionales es ahondar en la calidad de su servicio. Parte de esa calidad se podría resumir en el servicio personalizado que puedan ofrecer a sus clientes, respondiendo cualquier cantidad de dudas que existan, además de llevarlos al inmueble de sus sueños escuchando sus necesidades y preferencias. Uber, por otro lado, es un servicio mucho más estandarizado e impersonal que responde a la practicidad emergente de quien necesita cubrir una necesidad sin muchas expectativas.

 

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