La realidad virtual es uno de los fenómenos del mundo informático más impactantes en el último siglo; esta ha abierto un abanico de alternativas para interactuar de forma protagónica en campos como el entretenimiento, la arqueología, medicina, entrenamiento militar e incluso el arte, permitiendo que se pueda tener acceso a experiencias más cercanas y vívidas en estos ámbitos. En la actualidad es posible explorar el área inmobiliaria a través de estas tecnologías, donde los usuarios mediante dispositivos de realidad virtual o realidad aumentada pueden visitar remotamente las viviendas que desean adquirir.
Las potencialidades de la realidad virtual en el negocio inmobiliario
Las herramientas de realidad virtual son una completa novedad y han generado un gran impacto entre los usuarios que acceden a ellas por la comodidad de no tener que desplazarse hasta el sitio para visualizar las viviendas o simplemente por pura curiosidad. Mediante esta herramienta las agencias asesoras pueden comprobar las necesidades y preferencias de sus posibles clientes, generando motivos para que estos confíen en sus gestiones y se aceleren los plazos de venta. Las empresas que han implementado este instrumento tecnológico aseguran que existe una buena respuesta de parte de los clientes debido a la amplia información que se suministra y las posibilidades de tener una visión global de las estructuras de las viviendas con ayuda de gafas de realidad virtual o visualización interactiva.
Una herramienta muy versátil con ciertas limitaciones
Como todo instrumento informático, esta modalidad de visita virtual está limitada en muchas de sus dimensiones como para compararse con la experiencia de visualización real. Algunos aspectos sensoriales solo pueden ser percibidos aplicándose en los entornos adecuados de las viviendas donde se pueda dar la mejor calidad de realidad virtual, por lo que las características de estas visitas 2.0 suelen ser determinantes, además del coste de producción, el cual es otro factor influyente.
Esta tecnología puede resultar en una especie de filtro que los clientes usen para evaluar opciones, alternativamente a poder experimentar una visita personal que permita descartar falsas expectativas que pueden resultar decepcionantes. Muchas agencias han probado con esta nueva forma de visitas, pero su éxito dependerá de las disposiciones de los clientes y los cambios que se den en la industria inmobiliaria en esta materia.